Discapacidades invisibles

I. ¿A qué nos referimos con discapacidad invisible?

En este entorno moderno podemos apreciar numerosas problemáticas que afectan a variedad de grupos; algunas son de característica social, otras de características médicas… Sin embargo, dentro de las problemáticas médicas, encontramos que es habitual que surjan de ellas problemas de carácter social, que, dependiendo de su casuística, pueden ser más visibles o más invisibles.

Este trabajo se centra en aquellas que no son visibles, y que, por ende, su impacto social es muchísimo más drástico.

Las discapacidades invisibles se configuran a partir de la presencia de síntomas físicos, cognitivos y emocionales que dificultan la realización de actividades de la vida diaria; estas no son fácilmente detectables a simple vista…” (Romero-Henríquez, 2023) Nos explican muy bien la raíz del problema de estas discapacidades; a pesar de tener alteraciones en la vida diaria, estas no se pueden detectar como podríamos observar en otras personas. No necesariamente llevan ningún tipo de asistencia física como un bastón o una silla de ruedas. Tampoco les falta una extremidad o tienen una desfiguración que delate sus dificultades. No obstante, eso no significa que no estén afectando la calidad e independencia del individuo.

1. ¿Qué conforma una discapacidad invisible?

Variedad de síntomas que produzca una dificultad para el desarrollo habitual de la vida diaria del individuo de forma independiente, que tengan por similitud el hecho de que no son observables a simple vista.

2. ¿A quiénes afectan estas situaciones?

Pueden potencialmente afectar a cualquier perfil. Pueden darse en personas sanas que han transitado por eventos traumáticos, desde el nacimiento o como resultado de enfermedades degenerativas.

II. Físicas o mentales, ¿es importante?

No. De hecho, se expresan comúnmente al tiempo, ya bien por los resultados de la enfermedad per se como por problemáticas asociadas como la pérdida de musculatura o de la independencia, provocando malestar emocional intenso.

1. ¿Qué condiciones son las más habituales?

Hay variedad de condiciones que afectan que se pueden considerar discapacidades invisibles.

  • Genes defectuosos, como la celiaquía y el Ehler-Danlos
  • Problemas del sistema nervioso o de tipo psiquiátrico, como TEA, TDAH, TOC, TLP, Tourette, deficiencia intelectual, ansiedad o depresión.
  • Degenerativas como el Alzheimer o la esclerosis múltiple.
  • De vasos sanguíneos como trombosis o vasculitis.
  • Medular o espinal
  • Enfermedades crónicas degenerativas que afectan a todo el sistema, como pueden ser diabetes tipo 2 , síndrome de ovario poliquístico, apneas, hígado graso, etc.
  • Enfermedades autoinmunes como diabetes tipo 1, dermatomiositis, de tiroides, lupus, artritis y artrosis…
  • Problemas de corazón
  • Cancer
  • Disfunciones orgánicas variadas
  • Enfermedades derivadas de virus como el VIH

Tabla 1 sobre afecciones que constituyen las discapacidades invisibles, Valle-Mejía, A. G., Cruz-Cruz, J. C., & Torquemada-González, A. D. (2024) pág. 27

2. Tipologías y sus necesidades especificas

Tal y como nos comentan Valle-Mejía, A. G., Cruz-Cruz, J. C., & Torquemada-González, A. D. (2024), los síntomas y otras complicaciones multisistémicas provocadas en las personas que cursan.

Estas afecciones varían en función de cada condición y de otros factores individuales como la edad, la función del

Sistema inmunitario, la condición física, los hábitos alimenticios, entre otros.

Lo cual nos permite observar que las necesidades son muchas y variadas, independientes para cada persona y condición, y pueden verse afectadas por factores externos a la raíz de la discapacidad, así como empeorar o mejorar gracias al entorno y casuística a la que se enfrente la persona.

De cualquier modo, hay ciertas ayudas generalizadas que favorecen la buena adaptación de la persona a su entorno. 

Estas ayudas pueden ser físicas, sociales y tecnológicas.

Entre las ayudas físicas encontramos mobiliario adaptado, ayudas a la marcha como bastones, muletas, sillas de ruedas y variedad de elementos de esta tipología.

Entre las ayudas sociales podemos destacar adaptaciones curriculares y laborales totalmente adaptadas a la necesidad del individuo. Algunas de estas pueden ser diferencias de fechas de entrega, comunicaciones por escrito, en braille, asistencia en entornos como aulas o compendios.

Sin embargo, también formación y educación a personas del entorno, evitando fricciones innecesarias entre compañeros.

Por último, las ayudas tecnológicas pueden ser de increíble utilidad para ciertas personas. Las aplicaciones de habla alternativa, sensores que te avisan de cuando hay irregularidades en tu sistema antes de que pueda haber un brote, o aplicaciones que crean bases de datos, permiten facilitar ayudas farmacológicas y psicológicas gracias a dichos datos.

 

 

III. Cómo influyen los factores sociales

1. Casuística social

Debido a que la parte esencial de estas discapacidades es la dificultad de ser captadas a simple vista, crea una gran dificultad social que resulta en estigmatización que afecta de diversas formas.

Por una parte, tenemos la falta de credibilidad por parte de la sociedad general, lo cual dificulta la adquisición de ayudas claves en espacios donde no están necesariamente planificados, como puede ser en el transporte público o el supermercado. En estos espacios, la persona que tiene cierta necesidad puede ver que esta no se cumple debido a que la interpretación de aquellos que la rodean la contemplan como innecesaria al no poder entender u observar las dificultades de la otra persona.

Por otra parte, está el estigma que afecta directamente a la salud mental de la persona, ya que, a pesar de que algunas discapacidades son más comprendidas e incluso tratadas de forma más completa, como pueden ser el cáncer o enfermedades degenerativas, donde esta persona es consciente en cierto grado de que es enfermedad y que no lo es, muchas otras, sobre todo aquellas que afectan o tienden a coexistir con la depresión, ansiedad y otros trastornos. En este caso, el estigma está interiorizado de tal manera que causará en estas personas sensaciones de inutilidad, insuficiencia, falta de autoestima, etc.

Referenciando al Informe Olivenza 2022 (Observatorio Estatal de la Discapacidad, 2024), una encuesta en la Tabla 3, pág. 61, el aumento de las personas con discapacidad entre el 2008 y 2020, con un incremento de 536 mil habitantes. Si nos referimos a la Tabla 10 de este mismo estudio, podemos observar que en 2020 existía un 20.5 % de hogares con al menos una persona con discapacidad, alrededor de 3855.2 (en miles) de hogares que dependen de ayudas o apoyos.

Si bien no necesariamente todas estas discapacidades son invisibles, como vemos en la tabla 26, la diabetes, la depresión crónica y la ansiedad crónica están entre los primeros puestos después de la artrosis y artritis. Estas tres están dentro de nuestro ámbito de trabajo, por lo que se deduce que los anteriores datos son de gran importancia para nuestra concepción de la problemática.

 

 

2. El entorno social es clave 

Como comentábamos anteriormente, el estigma, tanto propio como externo, es clave para la salud mental y para que cada individuo reciba las ayudas y adaptaciones que requiera. 

Y aunque estas situaciones son importantes, hay que dar importancia a las ayudas no estructuradas, aquellas ayudas que se obtienen desde el entorno directo, como son el entorno familiar, las amistades o los compañeros laborales o sociales (entendiendo por compañero social aquellas personas que, sin ser amigos, puedan conformar parte de la rutina, como compañeros de gimnasio, personal de asistencia no reglado…). Si bien más adelante se habla de la falta de conocimiento, aquí quiero resaltar la importancia de que el entorno social es el punto donde se diferencia claramente entre una discapacidad física y una físico-social. Muchas veces, la problemática experimentada tiene una raíz en los apoyos, los acondicionamientos y la relación de la persona con su entorno. Cuando el desarrollo de la vida no depende tanto de una rampa, sino de cómo se le ofrece a la persona apoyos, espacios y relaciones de calidad. Hay que priorizar un diagnóstico más humano, eficiente y unas adaptaciones individuales y acertadas. Y trasladarlas al ámbito de las personas, no solo a un papel. La formación en educación, salud y medios es absolutamente prioritaria para mejorar este entorno y la calidad de vida de las personas.

3. Ayudas gubernamentales

Como otras personas con discapacidad, dependiendo del baremo que disponga cada individuo, tienen derecho a unas adaptaciones y ayudas, ya sean servicios por parte de los ayuntamientos u otras figuras gubernamentales, como pueden ser asistencia de traslado, de limpieza, enfermeras de asistencias. O bien cierta cuantía monetaria para estos servicios. A pesar de ellos, y dependiendo de tu ubicación, tendrás más o menos adaptaciones, y puede que no tengas adaptaciones que realmente te sean útiles o cubran tus necesidades específicas. Por eso es importante, en vistas a futuro, integrar novedosas herramientas para la comunidad discapacitada, aprovechando las nuevas tecnologías.

Según observamos en el Informe Olivenza 2022 (Observatorio Estatal de la Discapacidad, 2024), una de las razones por las cuales se establece el consabido Ingreso Vital Mínimo en nuestro país fue para evitar desigualdad, encarando la desprotección de las personas discapacitadas. 

4.Es un largo camino, ¿merece la pena?

Por otra parte, hablando sobre ayudas gubernamentales, nos encontramos con un punto crítico. Se trata de recibir estas ayudas. 

Para hacerlo, debemos disponer de un porcentaje de discapacidad, de un mínimo del 33 % para la gran mayoría, o superior para muchas otras.

Una vez que tengas un diagnóstico, el cual puede alargarse en mayor o menor medida, no se concede la discapacidad. Se deberá pedir una cita de valoración de la misma. Según nos comentaba en FAMMA Cocemfe Madrid (Melania, 2021), la media de meses de espera son 13 para el proceso. Este dato varía entre comunidades y años, pero sin duda es un elemento disuasorio para que las personas que tienen esta necesidad puedan hacer todo el proceso, el cual no siempre es sencillo ni el personal de atención está informado.

La entrega de documentación, las diferentes citas e incluso los cambios de procedimiento y valores entre comunidades pueden convertir este proceso en una pesadilla para la persona que se encuentra con una situación tan complicada como un diagnóstico de este calibre.


IV. Información y formación

Como vemos, una sociedad concienciada es necesaria para la correcta adaptación de estas personas, y aunque el gobierno y otras organizaciones trabajan para llevar a cabo ayudas y medios para subsanar las dificultades, la información y formación deberían ser prioritarias, no solo a nivel gubernamental, sino a nivel personal y social. Es importante entender cómo la escuela, los medios y la propia comunidad y ayuda se ven afectados por esta casuística.

1. Desde el día uno.

Es importante que desde la primera infancia podamos formar e integrar a nuestros hijos en una sociedad que, como hemos visto, es variada, donde no siempre lo que se ve es lo que hay. Para esto es importante la inclusión de todos los perfiles en los primeros años de enseñanza.

Nos cuenta Fermín, Marlene. (2007) que En un Centro de Educación Inicial Inclusivo, los educadores son los que fomentan, entre sus alumnos, la comprensión, la aceptación y el aprovechamiento de las diferencias individuales. Pero solo esto no es suficiente; la exposición es una parte imprescindible para la aceptación; sin embargo, sin tener la información necesaria, puede caer con sencillez en el rechazo, críticas y empeoramiento de la situación, por lo cual la formación es una máxima que debemos contemplar.

Es por ello que, para dar respuesta a esta diversidad, se requiere mayor flexibilidad en el diseño y aplicación de los currículos, pues las escuelas inclusivas deben desarrollar medios de enseñanza que respondan a las diferencias grupales e individuales, lo que beneficia a todos los niños y niñas, y al desarrollo profesional de los docentes.

Esta diversificación en la aplicación de los medios beneficiará no solo el proceso de aprendizaje de los involucrados, sino que generará actitudes de respeto, tolerancia, solidaridad, cooperación y valoración de las diferencias, lo que necesariamente ayudará a construir sociedades más justas y menos discriminatorias.

Fermín, Marlene. (2007)

 

 

Cambien; es de importancia máxima dotar a los centros del personal, no solo formado, sino suficiente. Es socialmente sabido que pasamos por uno de los momentos donde la ratio profesor-alumno es demasiado alta para gestionar un aula de cualquier grado de forma óptima, y si le sumamos la diversidad de necesidades, alcanza un estado de precariedad alta donde los beneficios de estas diferencias se diluyen y ningún alumno recibe la atención necesaria, lo cual crea caldos de cultivo para la estigmatización temprana.

2. ¿Estamos al día? Información falsa que alimenta el estigma

Es una constante el hecho de que las fake news son una problemática actual en auge, y de la misma manera que las fake news, la información falsa o poco adecuada se extiende de forma viral. Donde antes eran comentarios en la comunidad cercana, ahora todo llega muchísimo más lejos.

Eso conforma que muchos de los estigmas que forman problemáticas se extiendan y se cronifiquen.

Algunas de las ideas que podemos encontrar son que las personas con problemas mentales están “locas”, que no deberían tener hijos (fomentando la eugenesia de un colectivo), que no están capacitadas para desempeñar tareas complejas o que todas tienen deficiencias intelectuales severas.

Si bien hay un porcentaje de discapacidades en estados muy agravados en que realmente los individuos no pueden realizar una gran mayoría de actividades, esto es un factor personal y propio, y bajo ningún concepto se puede extender a un colectivo.

Para ilustrar un caso de bulo sobre esta temática, tenemos de forma reciente la presentación por parte de Donald Trump, actual presidente de Estados Unidos, que en una conferencia presenta una supuesta cura o más bien un culpable sobre la aparición del trastorno autista en niños cuyas madres han tomado paracetamol durante la gestación. Numerosas empresas farmacéuticas, así como organizaciones que trabajan con personas autistas*, han negado que tenga ningún tipo de respaldo o credibilidad; sin embargo, que una figura de autoridad afirme esta conclusión provoca que personas que no disponen de los conocimientos y formación asienten esta afirmación en sus imaginarios a pesar de que existan datos contrastados en su contra.

Esta es solo una ejemplificación de lo sencillo que es para la sociedad caer en información parcial o errónea y transmitirla.

 

 

3. Cuando los que cuidan de ti no están formados para hacerlo

Es habitual que, cuando se presenta la ocasión de que algún miembro de tu unidad familiar se vea en una situación de discapacidad, las personas que conviven pasen a formar parte de sus cuidadores. Sin formación, sin instrucciones, sin datos.

Personas que nunca habían puesto una inyección pasan a ser farmacéuticas, enfermeras, rehabilitadoras sin ningún tipo de formación más allá de la necesidad imperante de ayudar a sus seres queridos.

Encontramos aquí una imperante necesidad de formación a personal no especializado, y que debería comenzar desde el mismo momento de la sospecha de esta casuística, puesto que en muchos casos, y gracias a la existencia de algunos programas de formación específicos que se aplican cuando se formaliza la figura cuidadora, se tiene que esperar a que la burocracia se haga efectiva, dejando sin cuidado efectivo a personas que lo necesitan sin el correcto conocimiento para hacerse cargo de sus funciones, normalmente altruistas.

 

 

Por otra parte, tenemos al personal especializado de enfermería, medicina, pedagogía, etc., que, a pesar de haber recibido una noción ligera de la gran mayoría de estas situaciones, carece de algún tipo de estrategia o capacidad para trabajar de forma respetuosa con este colectivo.

Aunque la gran mayoría de estudios trabajan especialmente con niños o mayores, describiendo tratos insuficientes o negligentes, la realidad es que no solo la violencia directa afecta a estas personas. La ausencia de conocimiento profundo provoca que muchas personas pasen muchos años de su vida sufriendo variedad de sintomatología que es descartada por los profesionales como estrés o falta de esfuerzo por parte del paciente. Es en muchos casos, situaciones límites en la vida del paciente, que se descubre la existencia de estas necesidades, a pesar de ser una problemática constante en revisiones anteriores.

De la misma forma, sobre todo en aquellas situaciones donde la discapacidad es especialmente invisible (entendamos aquellas dentro del espectro que no tienen marcadores biológicos, no tienen resultados en analíticas ni otros identificadores, como aquellas dentro del ámbito del neurodesarrollo), las personas se ven confrontadas con especialistas que desconocen en absoluto el campo a tratar, no están formadas para tratarlo y que finalmente causan más inconvenientes e incluso agravantes al diagnóstico.

Ambos casos dentro de la desinformación crean una situación compleja que empeora drásticamente la situación personal y social de los individuos que de por sí ya tienen más necesidades que la media habitual de la población. Muchas personas que no deberían desarrollarlas debido a su predisposición media a comorbilidades como la ansiedad o la depresión las adquieren debido a la mala experiencia de atención a la discapacidad.

 

 

V. Conclusiones

Ahora que tenemos algo más de conciencia sobre el tema, podemos ver que las discapacidades invisibles conforman una parte amplia de la discapacidad; y sin embargo, estas personas sufren una dificultad extra respecto al resto del colectivo.

Podemos concluir que la formación sobre estas necesidades es una parte indispensable para su normalización, y con ello para mejorar el estatus de vida de estas personas. También tenemos que remarcar la importancia de que trabajar por su inclusión y normalización es un beneficio general para todos, y que probablemente la gran mayoría de nosotros en algún momento de nuestras vidas entraremos bajo este término paraguas que es la discapacidad. Accidentes, vejez y el desarrollo de enfermedades nacidas en base al estrés constante de nuestra sociedad hacen inminente la aplicación de nuevas medidas para el cuidado y la adaptación del entorno físico y social.

 

 

Ya no debería existir ninguna excusa para formar en centros sanitarios, escolares, redes y medios sobre las necesidades y los cuidados sociales, que sobre todo benefician al grosso de la sociedad y no solo al más desprotegido.

Como decía Praslova, L. N. (2024) en su libro The Canary Code, hablando sobre la razón del título de su propio libro, referenciando a (Autistic Doctors International, n.d.).

 

 

The Autistic Doctors International group adopted the canary as its symbol because of the belief that “if a workplace is manageable for us as autistic doctors, then it is likely manageable for most others. If we ‘fall of our perch,’ others are likely to follow.” Organizational problems like the lack of fairness, bullying, and toxic cultures impact people with more intense senses and nervous systems before affecting others.

 

 

VII. Bibliografía

Romero-Henríquez, L. F. . (2023). Discapacidades invisibles en el primer nivel de atención. Atención Familiar, 24(4), 285–288. https://doi.org/10.22201/fm.14058871p.2023.486543

 

 

Valle-Mejía, A. G., Cruz-Cruz, J. C., & Torquemada-González, A. D. (2024). Las personas con discapacidades invisibles y los retos para visibilizar una problemática educativa urgente. Revista Transdiciplinaria De Estudios Sociales Y Tecnológicos, 4(2), 24–32. https://doi.org/10.58594/rtest.v4i2.112

 

 

de la Discapacidad, O. E. (2024). Informe Olivenza 2022 sobre la situación de la discapacidad en España.

 

 

Fermín, Marlene. (2007). Retos en la formación del docente de Educación Inicial: La atención a la diversidad. Revista de Investigación, 31(62), 071-092. Recuperado en 31 de octubre de 2025, de http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1010-29142007000200006&lng=es&tlng=es.

 

 

Praslova, L. N. (2024). The Canary Code: A Guide to Neurodiversity, Dignity, and Intersectional Belonging at Work. Berrett-Koehler Publishers.

 

 

Sánchez, B. (2025). Pues no se te nota: Camuflaje en autismo, altas capacidades intelectuales y TDAH. Bea Sánchez.

Autistic Doctors International. (n.d.). Autistic Doctors International. https://autisticdoctorsinternational.com/about-us

Melania. (2021, May 10). El tiempo medio a la resolución del reconocimiento del grado de discapacidad en la Comunidad de Madrid es más de un año de espera. Famma. https://famma.org/el-tiempo-medio-a-la-resolucion-del-reconocimiento-del-grado-de-discapacidad-en-la-comunidad-de-madrid-es-mas-de-un-ano-de-espera/




 

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